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VIAJES
1.- Ruinas Iglesia Colonial de Ujarrás
2.- Restaurante Truchas La Fuente
3.- Colibri en pleno vuelo
4.- Trogon Lodge junto al río Savegre
5.- Medallón en el Museo del Oro Precolombino de San José 6.- Petroglifo Precolombino
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Nadie ni nada vuela mejor. Hacia atrás, arriba, abajo o incluso se paran instantáneamente, o giran de súbito y se van. A discreción. Con una elegancia suprema, con una precisión veloz y milimétrica. Increíble. Y todo junto a ti, a
4 centímetros, sintiendo su rugidito en el oído y el vientecito que provocan sus alitas en la piel. Todo mientras degustas una trucha riquísima con un zumo natural.
Reptando por el cielo
Los mayas decían que cuando los dioses crearon las aves soplaron sobre un guayacán y las hojas, azul-verdosas de este árbol, salieron volando adoptando la forma del quetzal. Su vuelo serpenteante, armónico y elegante, sus colores llamativos y su faz inocente le caracterizan y le encumbran entre los seres más bellos y adorables del planeta. Busquémosle.
Aguas abajo por el cauce del Savegre se ubica la soda Doña Marlen, ellos conocen bien los lugares donde el rey alado del bosque húmedo se posa para comer, en los árboles de aguacatillos. Ladera arriba y antes del amanecer partimos, pertrechados de prismáticos y paciencia, tratando de buscar su silueta entre las ramas... De repente surgió de entre las hojas, como dice la leyenda maya, solamente soplando volaría, pero no, es mejor esperar y deleitarse.
No hay duda, no existe otra ave tan bella, tan elegante y colorida; tan sumamente atractiva. Se percató y nos miró. Luego giró la cabeza y continuó a lo suyo. Irguió su cresta, engulló un aguacatillo y allí permaneció hasta que los primeros rayos del sol iluminaron la copa. Tras posar un rato, volvió a mirar como despidiéndose y emprendió el vuelo, parecía flotar con su larga cola serpenteando lentamente en el aire. No existe vuelo similar.
Revista Traveling - 27