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Más
allá
de los
Cerros de Úbeda
Por: Luis Ulargui - luis.ulargui@telefonica.net
Úbeda. Noble, señorial, mís- tica y alfarera.
El viaje puede empezar por Úbeda. Toda ella es un museo renacentista. Casas nobiliarias, palacios y palace- tes, muchos de ellos reconvertidos en lujosos hoteles y más que reco- mendables restaurantes, iglesias, fuentes y monasterios. Mucho debe esta tierra al arquitecto Andrés de Vandelvira, verdadero artífice de que hoy sea uno de los más importantes exponentes del mundo arquitectónico renacentista de Andalucía.
Puede iniciarse la ruta de Úbeda en el Hospital de Santiago, sobrio y ele- gante conjunto arquitectónico que hoy se ha reconvertido en museo y conocido como el Escorial de Andalu- cía, y desde allí llegar hasta la Plaza del Ayuntamiento por calles peatona- les jalonadas de palacios como el de
Anguis Medinilla o el de Vela de los Cobos. Bordeando la Casa Consis- torial se llega al corazón renacentista de esta ciudad. La Plaza Vázquez de Molina, verdadera estampa de Úbe- da. Mirar en derredor es todo un libro de arte. Allí se ubican varios magnos palacios, el pósito, la cárcel de la ciu- dad y presidiendo todo el conjunto la Sacra Capilla del Salvador. Un monu- mento mandado construir por el se- cretario de Carlos I, Don Francisco de los Cobos. Una capilla para albergar sus restos mortales y que es uno de los mejores ejemplos de monumento funerario del renacimiento español. Pero Úbeda es más que nobiliaria y señorial, también es mística gracias a San Juan de la Cruz, quien falleció un día frío de invierno de 1591. Puede hacerse una ruta por lugares, iglesias y monasterios que recuerdan el paso de este santo español.
Y pocos conocen que Úbeda es tam- bién villa artesana y uno de los gran- des centros alfareros activos que existen en España. La cerámica de Úbeda va estrechamente ligada a ese color verde oliva, y al nombre de Tito. El barrio de los alfareros se encuentra en el alfoz de la villa monumental salien- do por la Puerta del Sol. El Museo de Tito historia viva de la alfarera de esta ciudad.
Y para reponer fuerzas, cualquiera de sus terrazas y bares son lugar perfecto para unas tapas. Algunas de ellas con una banda sonora muy especial, de la mano de Joaquín Sabina. Y es que este trovador moderno nació en Úbeda y no hay que dejar de conocer el Café Calle Melancolía, donde todas sus paredes y cada uno de los rincones recuerdan es- trofas y versos de alguna de sus gran- des canciones gracias a fotos y efectos del cantautor.
TURISMO RURAL
Revista Traveling - 73