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Protagonista, el sol
Y así partimos todos a la sede del festival. A orillas del Inari se salpicaban carpas, como las del circo, pabellones, contenedores de metal, todo tipo de recintos que pudieran acoger la magnitud de un evento que se ha vuelto más que famoso y al que acuden tanto directores como actores y todos aquellos para los que el cine es un motivo importante en sus vidas. Por el Festival de Sodankylä han pasado figuras como Francis Ford Coppola, Carlos Saura, Julio Medem o Samuel Fuller.
Las mejores películas se pasan continuamente durante los días del festival. Modernas, antiguas. Fue emocionante cuando en la proyección del Submarino Amarillo toda la concurrencia coreó a los Beatles en su onírica canción. Otro momento culminante resultó el presenciar “The Ring”, una de las películas mudas de Hitchcock 1928 , acompañada por los premiados artistas de foley Heikki Kossi, Nicolas Becker y Peter Albrechtsen. Yo reflexionaba en cómo este festival a 120 kilómetros del círculo polar ártico es antagónico de Hollywood. Allí no hay alfombras rojas, ni vestidos de moda, ni nadie va a dejarse ver entre joyas y diseño. Pantalones vaqueros, camisetas y un ambiente desenfadado en el que ni siquiera se sabe quien es quien, mientras se come una salchicha y se bebe una cerveza antes de ver la siguiente película qué como la mayoría que allí se proyectan, será una obra de arte.
La gente se mueve de una carpa a otra, comentan, eligen qué ver, pero a las dos de la mañana todo el
mundo, cerveza o vodka en mano se dirige hacia el lago. Reina un silencio estremecedor pues nadie quiere hablar en el momento mágico que ese sol, solo suyo, baja hasta el agua en una especie de ritual, se esconde entero y empieza a asomar tímidamente hasta que se muestra en todo su esplendor. Y es entonces cuando los espectadores alzan la copa, la botella, y todos brindamos en una hermosa comunión de los sentidos.
80 - Revista Traveling
FESTIVAL DE CINE SOL DE MEDIANOCHE, SODANKYLÄ