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El artesano del auténtico sombrero Panamá Viviana Rodríguez y su jardín de orquídeas
PANAMÁ, TIERRA DE FUTURO, TIERRA DE PASADO
Habitación del Hotel Tántalo en la Ciudad de Panamá
que visitar la casa de su autor, Ru- bén Blades en pleno barrio antiguo. Al traspasar el umbral de la tienda llena de seductores sombreros Pa- namá, me llevé una buena sorpresa. Teniendo en cuenta que en algún que otro cumpleaños había regalado el elegante sombrero, el encargado me aclaró que los que yo y casi todo el mundo pensábamos oriundos de Pa- namá, en realidad lo son de Ecuador. El de Panamá verdadero está adorna- do con líneas negras. Días más tarde, en el poblado que formó el volcán de Antón, entablando una deliciosa con- versación con el rey del del Mercado, me explicó orgulloso, como cada línea negra tiene un significado de su coti- dianidad y escenario. Este montículo es el volcán, la raya plana es el valle, esta otra el amor o la tristeza y así sucesivamente. Guiñando un ojo me contó como, él, de vendedor ambu- lante, multa va multa viene, pasó a te- ner su sitio preferente en el mercado del Valle de Antón y a ser reconocido como el sabio y legendario artesano del auténtico sombrero panameño. Sin salir del volcánico Valle hay que mencionar a otra persona donde las haya. Viviana Rodríguez lleva toda su vida pendiente de las orquídeas del Valle en la Asociación de Producto- res de Orquídeas del Valle de Antón. Las ama, las cuida, y las llama por su nombre. Bella más sumamente peli- grosa-suele pasar con la belleza- es la ranita endémica del Valle, la rana do- rada, amarilla con motas negras que te fulmina en cuestión de segundos. De ahí y de su peligro de extinción el hermoso anfibio vive, mimada, eso sí, en el acuario de Centro de Conserva- ción de Anfibios del Valle de Antón.
Sigo paseando por la encantadora Ciudad Antigua de Panamá y me en- cuentro con los puestos de los Gunas, donde mujeres ataviadas con creativi- dad y alegría venden su artesanía. Me lo llevaría todo ¡qué cerámica! ¡qué telas! Poco se puede llevar hoy en día en los vuelos transatlánticos ... en los cercanos menos.
El cenit de la noche se dio en el Pent-House del Hotel Tántalo https:// tantalohotel.com/ . Tras correr a ha- cer la foto de rigor antes de que el sol se escondiera; el cristalino edificio llamado destornillador por su forma,
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