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Oporto es una de esas maravillas que solo descubrirás si viajas a Portugal. Luminosa, medieval y auténtica, bañada por el Atlántico y transitada por tranvías, esta ciu-
dad se presenta como un destino asequible para todos los bolsillos y cercano si viajas desde Europa. La bue- na fama de la que goza y la extensa población que la habita, hacen de ella una ciudad que nada tiene que envidiarle a la capital lusa. Haz las maletas y coge el primer vuelo que te lleve a Oporto, si andas escaso de tiempo tan solo te bastarán 24 horas para enamorarte de la ciudad. ¿Preparados? Allá vamos con las cosas que hacer en un día en Oporto:
Puente de Luis I
No solo podrás tomar una magnífica instantánea con el puente diseñado por el socio del mismísimo Gustave Eiffel, el río Duero y el barrio de la Riveira de fondo. El solo hecho de estar en ese lugar es mágico. El ver- dadero espíritu portuense lo encuentras al sentarte en el muelle del puerto, ver los rabelos pasar (los barcos tradicionales de Oporto) mientras escuchas de fondo el barullo de los restaurantes y notas el sol iluminando las coloridas casas del barrio de la Riveira.
Oporto, ciudad de contrates y secretos, se alza junto al río Duero. Sus callejones ocultan historias antiguas, mientras los mercados despiertan con sabores vivos y las bodegas guardan el néctar de sus viñedos. Un lugar donde el pasado se encuentra con el presente, y cada esquina revela un nuevo encanto.
ESCAPADAS
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