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TRAS EL TOUR DE OMÁN
Galopando al amanecer en la playa de Seeb
Saludando a la tortuga verde
La jornada siguiente también estuvo ple- na de emoción, a bordo de una lancha motora navegando hacia el archipiélago Al Dinamiyat. Una vez en la playa de are- na blanca y fina, dibujamos, para la foto, los nombres de nuestros pequeños, antes de sumergirnos en las aguas esmeraldas para saludar a la entrañable tortuga verde que ni se inmutó de nuestra presencia.
Tras el Tour Omaní
El colofón del viaje fue seguir el final del Tour Omaní -curiosamente motivo de mi viaje ¿quién me lo iba a decir? - que ya celebra su duodécima edición y en el que participan los mejores ciclistas del mun- do. Una experiencia única fue el ir por la montaña de Jebel Akhdar detrás de co- ches de prensa, mecánicos, de todo lo que rodea al mundo ciclista, aprender de sus entresijos, emocionarse al ver al pe- lotón por las desérticas carreteras y estar en la meta antes de la llegada. Yo cogí un sitio estupendo para asistir, sin que nadie me lo pidiera, a dos chavales que, una vez cruzada la meta, exhaustos y sudo- rosos, se apostaron a mi vera, y no pude más que echarles por la cabeza el agua de mi botella, a lo que sonrieron agradeci- dos, más bien se rieron de mi ocurrencia.
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Disfrutando de las aguas de las islas Al Dimaniya El duodécimo Tour ciclista de Omán