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COSTIÑA
Placeres en torno al número siete
Por Alfredo García Reyes - alfredogreyes@gmail.com - @alfredogreyes
Cuando se habla de gastronomía, la apelación a los orígenes es ha- bitual cantinela en el discurso de cocineros y responsables de hoste-
lería. Concepto éste que, por manido, debería usarse con algo más de respeto hacia el trabajo, esfuerzo y sinsabores con que guisanderas, taberneros y trans- misores de las tradiciones culinarias sacaron adelan- te sus negocios en tiempos menos amables con lo culinario como el actual. Porque sí, este es un país que ama comer, pero en el que se antoja excesivo el esfuerzo que han tenido que invertir los pioneros de la buena restauración hasta llegar el reconocimiento social de que gozan hoy en día.
Los fundadores de Retiro Costiña, Secundino y Leo- nor, están sin duda entre esos admirables pioneros. En 1939, nada menos, abrieron una casa de comidas cerca de Santa Comba, localidad de paso entre San- tiago de Compostela y la Costa da Morte. Debieron hacerlo con pocos medios, mucha honestidad y mejor mano. Y lo cierto es que el negocio adquirió un gran predicamento entre la parroquia local, que lo adoró durante décadas.
Con ellos llegó el cambio
En los años 80 el matrimonio cedió el testigo a su hijo, que trabajaba en Correos y a la mujer de éste, que ya llevaba tiempo cocinando para la casa e interiorizan- do la forma de entender la gastronomía de su suegra. Y, tras un tiempo de cierre dándole vueltas a cómo afrontar el futuro, llegó la revolución: una rompedora y sorprendente vuelta a la tortilla, que acabó con la fide- lidad de los comensales locales pero que trajo hasta aquí a muchos gastrónomos foráneos y, sobre todo, a comensales de paso. Con el tiempo, también a los inspectores de la Guía Michelin, que reconocieron el cambio y su resultado con una estrella, estatus man- tenido hasta hoy en día.
FUERA DE CARTA
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