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Sigüenza es una localidad de la provincia de Guadalajara estratégicamente situada para controlar el paso del alto Henares y
los valles de los ríos Dulce y Salado.
Sigüenza se acerca a la celebración de su IX Centena- rio en el que se conmemora su Reconquista; esta cele- bración supone recordar, de forma colectiva, uno de los acontecimientos claves de la historia de la ciudad. Un hecho que ocurrió en el año 1124, el 22 de enero, fes- tividad de san Vicente. En ese día, según la tradición, tropas castellanas al mando del obispo D. Bernardo de Agén tomaron el castillo seguntino al tercer asalto. Esta cita “excepcional” va a permitir a la ciudad mirar hacia su pasado, pero también le da la oportunidad de “mirar hacia el futuro con proyectos ilusionantes”, como el de la candidatura de Sigüenza a Patrimonio Mundial, cuyo expediente ha sido presentado ya al Ministerio de Cultura con la esperanza de entrar en breve en la lista indicativa de España.
El Ayuntamiento de Sigüenza ha hecho de la celebra- ción de la efeméride un proyecto transversal, que nace del pueblo. Y para coordinar sus eventos ha creado un Consejo Asesor del IX Centenario, en el que están inte- gradas asociaciones, instituciones y otros colectivos del municipio, con un talante “siempre abierto”, para que la celebración “provenga de los ciudadanos y llegue a las instituciones y al público, y no al revés”.
En 1124, Sigüenza resultaría definitivamente conquis- tada por las tropas cristianas al mando del ya mencio- nado obispo, tras varias décadas de tira y afloja entre cristianos y musulmanes. La ciudad ya había sido cap- turada por las tropas del rey de León unos 40 años an- tes, pero pronto sería recuperada por los musulmanes que establecieron en ella una guarnición permanente. Botín codiciado tanto por el rey de Aragón como por el leonés, Alfonso VII, finalmente fue éste el que la incorpo- raría a su reino, aprovechando la debilidad almorávide,
aunque sería el obispo el que ostentaría mayor poder. Tras una primera fase de poder compartido coro- na-obispado, con la consiguiente división administra- tiva y geográfica de la villa (Segontia superior bajo el control de Alfonso VII y Segontia inferior para el obispo) en 1146 el rey las unifica bajo la autoridad exclusiva del obispado.
Este papel fundamental de la Iglesia da como resultado la construcción de la Catedral, que se prolongará hasta el siglo XVI, además de un perímetro de murallas para defender la ciudad, dominada por un castillo de época andalusí.
Nunca volvió a ser tomada por los almorávides, pero sí estuvo muy expuesta a incursiones al estar próxima a enclaves musulmanes y al estar situada en la cuenca del río Henares.
Mención destacada se merece la Catedral de Sigüen- za, impresionante recinto que comenzó su historia re- cién terminada su reconquista; además del tono rojizo de la piedra de arenisca en que se basa su construc- ción, es un auténtico manual de historia del arte donde románico y barroco se entremezclan, e incluso es refe- rente del estilo militar medieval. Unas bellas torres de más de 40 m de altura en su fachada principal, de muy parca decoración, que se asoman a una plaza mínima, acoge un interior de enorme riqueza artística. Un mag- nífico claustro de arabescos góticos con excepcional rejería; la sacristía “de las Cabezas”, en la que más de 300 personajes del siglo XVI aparecen esculpidos en los “casetones”; y el impresionante sepulcro del Doncel, joven noble, hijo del secretario de la familia Mendoza, fallecido en la conquista de Granada en 1486, sin duda una representación que inspira ternura y serenidad.
También en esta época se inicia la explotación de sal en el río Salado, poco desarrollada en época musulmana y que tan importante resultó ser en la Historia, quien tenía la sal tenía el poder económico.
PUEBLOS CON ENCANTO
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