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¿Cómo te lanzaste al teatro profesional?
Blanca quería formar compañía y lo primero que hicimos fue en Villanue- va de la Cañada, la obra Tiza. Era una propuesta complicada de 4 acto- res jóvenes haciendo de personajes mayores, y resultó creíble. Con la suerte que al teatro acudió Juan Ji- ménez el ex director de los Luchana y empezamos a representar allí y a llenar durante 4 años, de los cuales a los 6 meses me encargué también de la producción.
¿Y esto te llevó a Servir y Pro- teger?
Si, hice un casting para un personaje pequeño, pero al final me escribie- ron un personaje para mi que duró 3 meses.
¿El teatro siempre ha sido tu pasión?
Si, desde Tiza no he parado de tra- bajar en diferentes obras.
¿Me imagino que tienes otro proyecto de teatro en mente? Tengo un proyecto de teatro “El Ele- fante” de Susana Prieto, pero con La Promesa no tengo mucho tiempo , aunque quiero empezar a producir también cortos.
¿Háblanos de tu personaje y experiencia en La Promesa? Feliciano ya está creciendo, la trama es muy activa y la personalidad de Feliciano va cambiando. La propues- ta que había de base, la fuimos cam- biado con mi coach, era un persona- je muy tosco, con una historia muy complicada de convivencia con su padre, con muchas penurias.
Y le hemos dado la vuelta para ale- jarlo de su pasado.
¿Cómo es el día a día en una serie como La Promesa?
Mi personaje de momento no tie- ne un final y disfruto siendo más consciente de donde estoy, es un aprendizaje exponencial. Una serie diaria tiene un ritmo frenético. Y yo no tengo tanta experiencia en ficción como mis compañeros, Reconozco que los nervios no los dejé hasta pa- sadas varias semanas, trabajar con compañeros de la altura de Joaquin Climent, María Castro, Andrea del
Rio o Antonio Velázquez impresio- na. Todos los días aprendo, porque una serie diaria es una masterclass constante.
¿En teatro qué obra te gustaría hacer?
Volver con Tiza, que es muy crítica con el sistema educativo. Actuar en Kamikaze con Miguel del Arco, y tra- bajar en una obra que se llama El bar que se tragó a todos los españoles.
¿Con que director te gustaría trabajar?
Con Alex de la Iglesia. Alauda Ruiz de Azúa , Sorogoyen y Bayona, por- que en “Un monstruo viene a verne” me dejó 10 minutos pegado en la butaca,
Además eres muy viajero, ¿has viajado mucho por Lati- noamerica?
He viajado por placer y por trabajo, Guatemala es el país de mi madre, he estado tres veces, y la última vez que estuve en Latinoamérica fue con una gira por República Dominicana, haciendo Hoy no me puedo levan- tar, de compositor de arreglo de so- nido y fue cuando descubrí el nivela- zo profesional del país. Luego fui a Guatemala por ocio y acabé de pre- sentador de un programa matinal.
Y como primicia estoy viendo con un productor si en Rep. Dominicana puedo hacer Mamma Mia y Matilda.
¿Tú último viaje?
Me fui a Islandia yo sólo , fue mi pri- mer viaje así, y ni me lo pensé, me apetecía un sitio frio, y lo hice en un cuatro por cuatro, 3.000 kilómetros en 8 días. Sólo hablé con una chica vasca y una andaluza. Dormía y co- mía en el coche, fue una experiencia única. El paisaje era increíble, mien- tras conduces ves una playa negra a la derecha, montañas nevadas a la izquierda y un glaciar.
¿Qué te gusto más de viajar solo?
Hacer lo que me daba la gana, por ejemplo un día al anochecer y llegar a mi destino seguí conduciendo tres horas más para seguir disfrutando.
¿Otros lugares?
Me gusta mucho México, donde aprendí a bucear, en la parte del Ca- ribe y otro viaje alucinante fue hace dos años en Costa Rica con mi her- mano y un amigo, empezamos en playa Flamingo y llegamos a Santa Teresa.
¿Y en España?
Me gusta mucho Galicia.
En los próximos meses se verán va- rios cortos en los que ha trabajado y están de ronda por festivales. Marcos es un actor del S.XXI con los pies en la tablas y del que tendremos segura- mente muchas y buenas noticias.
CON EL CINE EN LA MALETA
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