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TRAS EL TOUR DE OMÁN
La ventana de Manena
Anécdotas Viajeras Fotos y texto: Manena Munar manena.munar@gmail.com
“Son aquellas pequeñas cosas...” que cantaría Joan Manuel Serrat las que después de un viaje prevalecen en la memoria y al recordarlas se vuelve a abrir la sonrisa, a llorar, o a reír a carcajadas. Me gustaría sacar del baúl de mis recuerdos algunas de ellas y compartirlas con vosotros.
Tras el Tour de Omán, conociendo el país de Simbad el Marino
Qué sensación más placentera me resulta el salir del aero- puerto para entrar en cualquier lugar al que llego por primera
vez. Por ejemplo, a Mascate, capital del sulta- nato de Omán. País, para qué mentir, del que apenas sabía nada. El aire estaba perfumado de jazmín y las palmeras fueron las primeras en dar la bienvenida a las que secundó nuestro guía, traductor, y al término del viaje, amigo, Qasim Alashiyyani. Presentaciones, nombres que tardan en cuajar en un viaje internacional, cada uno de aquí y de allá, y en marcha hacia el hotel. Qasim explica durante el trayecto el porqué de las estructuras nuevas, impecables, que se salpican por las enormes avenidas en la ruta del aeropuerto al Hotel Kempinski ht- tps://www.kempinski.com/en/kempinski-ho- tel-muscat. Habla con pasión del sultán Qa- boos bin Said, recientemente fallecido, quien destronó a su padre Said bin Tsimur en 1970, tomando el poder y haciendo de Omán un sul- tanato próspero y equilibrado, con especial in- terés en el sistema educativo y sanitario.
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