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PUEBLOS CON ENCANTO
Ayuntamiento y a la derecha la Torre de Don Borja
En el apartado de dulces, los sobaos pasiegos y la
quesada pasiega son imprescindibles. Los sobaos
son bizcochos esponjosos hechos con mantequilla,
huevos y azúcar, mientras que la quesada es un
postre suave y cremoso a base de queso fresco.
Además, la cercanía al mar Cantábrico garantiza
pescados y mariscos frescos, como las sardinas y
los mejillones, que forman parte de muchos de los
menús tradicionales. Los restaurantes locales tam-
bién ofrecen reinterpretaciones modernas de estos
platos, adaptándose a las demandas de los viajeros
más exigentes.
Un viaje al pasado
Recorrer las calles empedradas de Santillana del
Mar es como viajar al pasado. La ausencia de trá-
fico, la arquitectura intacta y el ambiente sereno
de la villa transportan a los visitantes a otra época.
Cada rincón cuenta una historia, desde los peque-
ños detalles en las fachadas de las casonas hasta
las plazas que invitan al descanso y la contempla-
ción. La riqueza histórica, el legado cultural y la ex-
quisita gastronomía hacen de esta villa medieval
un destino imprescindible para quienes buscan una
experiencia auténtica y enriquecedora. Santillana
del Mar es, sin duda, un rincón de España donde
la historia cobra vida en cada rincón, dejando una
huella imborrable en todos aquellos que la visitan.
Pinturas rupestres de la Cueva de Altamira
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